Necesitamos una educación que nos enseñe a saber expresarnos, a conocer los medios de información, a razonar, a ser más creativos… Con sólo uno de los despropósitos de esta ley, las pruebas de nivel, nuestros hijos tendrán que memorizar, y no habrá espacio para aprender y comprender.
No podemos negar la evidencia, sobretodo después de las últimas pruebas diagnósticas. Lo malo no es que se hicieran unas pruebas diagnósticas de pena, lo malo tampoco es que los alumnos sacaran malas notas (sabiendo lo primero, lo segundo casi da risa), lo malo es que muchos centros quieren preparar a sus alumnos para estas pruebas. Cuando un profesor se dedica a preparar a sus alumnos para una prueba, como ocurre en el Bachillerato con las PAU, los alumnos y el profesor dejan de disfrutar aprendiendo y enseñando y pasan a sentir el proceso como una carga. Dejan de aprender competencias básicas, necesarias para moverse por el mundo (cualquier cosa útil), para empezar a aprender a pasar la prueba. Pensemos que de momento las Penosa forma de Aprender para entrar en la Universidad la sufren alumnos de bachillerato, pero ¿qué pasará cuando los niños también se enfrenten a este estrés? ¿Y qué harán los maestros para que sus alumnos no se queden fuera del sistema? Que se deteriorará todo el sistema educativo.
Los países con los mejores sistemas educativos tienen pocos alumnos por aula y pocos o ningún examen hasta llegar al bachillerato. En esos países pretenden que toda su gente tenga acceso al sistema educativo, pero no a uno cualquiera, a uno de calidad, uno en el que se disfrute aprendiendo. Esta ley pretende que los alumnos no puedan disfrutar en las aulas, ¡incluso que muchos se queden fuera! y por supuesto tampoco los profesores, un gremio que necesita más mimos y más ayuda y no todo lo contrario.
Os pido a todos los miembros de la comunidad educativa que leáis y firméis esta propuesta. Pasadlo en las redes, y si tenéis blog al menos un artículo rápido para pedir firmas: