Empieza el Global Education Forum #GEF10


Hoy empecé el día triste. Abro el correo y CSIF me informa una noticia de las Provincias de «Se multiplican las agresiones al profesorado en toda la C.Valenciana.«.

Al final de la noticia leo:

Igualmente, el pasado mes de septiembre, un instituto de Castalla se vio obligado a suspender las clases unos días como medida preventiva ante la actitud violenta de un alumno y de sus padres, que acuden al centro pese al expediente disciplinario impuesto para expulsar temporalmente al estudiante.

Esto me ha recordado al centro en el que trabajé el año pasado. Y he pensado «¿Hasta cuándo?» ¿Hasta cuándo el sistema seguirá sin ser consciente de su responsabilidad? ¿Es que no vemos las consecuencias de nuestros actos?

Un profesor que no ama su trabajo, que no quiere dedicar ni un minuto de su tiempo no lectivo a su trabajo, que tampoco trabaja las horas que Consellería le paga para coordinación didáctica y formación, horas que dedica a cualquier cosa menos al trabajo. Ese profesor tiene alumnos desmotivados, alumnos que se portan mal en clase, alumnos que no le respetan… ¿Y nos tenemos que alarmar? ¿Acaso tiene razón ese profesor cuando dice que sus alumnos son tontos, que no quieren aprender, que no sirven para estudiar?

«Que no sirven para estudiar» ¿No será que los profesores estamos guiándoles por un camino que no pueden atravesar? Quizá sea él quien no sepa enseñar. Este profesor dice que no quiere dedicarle su tiempo a gente que no estudia, a quien no se lo merece. El que no trabaje más que las hora lectivas está totalmente justificado, piensa «¿Quién va a decirme a mi lo que tengo que hacer?» Nadie lo hace.

Ningún compañero quisiera meterse en los asuntos de otro compañero. Nadie querrá llamarle la atención, por si algún día se encuentran en una situación similar: a ellos no les gustaría que les llamaran la atención, que les obligaran a hacer algo que no quieren hacer. «Algo que no quieren hacer»

Si un docente no quiere trabajar lo que su trabajo requiere, no hay nadie que lo solucione. Así están las cosas: si un docente no es responsable, no hay quien le llame la atención. Las amistades, los contactos, la política que hay detrás de los cargos en educación tienen más poder que la responsabilidad de sus cargos.

Entonces los alumnos estallan, las familias se revelan, ¿cómo? Pues si no son capaces de negociar, o si lo han intentado y no se les ha escuchado, por las bravas. ¿Y entonces qué pasa? Que a las familias se les denuncia, al niño se le expulsa, y a seguir como estábamos, tan agustito…

«Tan agustito» es «a mi que me dejen como estaba», es no querer cambiar, es que a uno le de igual hacer bien su trabajo que hacerlo mal, es conformarse con los malos modos, con la falta de motivación, con la falta de pasión por lo que uno hace.

¿Por qué vuelve un alumno expulsado a un centro que le expulsa? ¿No veis la necesidad que tiene de atención? ¿No veis que hay algo que no funciona, algo que podríamos hacer mejor? ¿Por qué privar a un alumno del apoyo que necesita? ¿Por qué no aprenden los docentes y el equipo directivo a negociar? Quizá porque no tengan por qué. Quizá porque piensen que les da igual.

No soy quien para juzgar qué ha ocurrido en estos casos de violencia que denuncia el CSIF y las Provincias, desconozco los sucesos. Pero sí conozco la rigidez absurda del sistema, la falta de empatía, la desilusión, el conformismo y la falta de motivación… Y no quiero «dejarlo estar».

He vivido la expulsión de un alumno etiquetado como «hiperactivo», mal medicado, que hubiera podido ser un buen aprendiz si hubiera tenido buenos maestros. Pero ni sus profesores querían ser llamados «maestros» ni «educadores», ni el sistema está por apoyar al débil. Hay muchos profesores a quien «proteger» en su lugar. También he escuchado a un compañero decir que otro alumno era «carne de Picasent», refiriéndose a la cárcel… No, «basta ya».

¿Queremos que no hayan agresiones a profesores? Pues procuremos que los educadores escuchen a los que hoy y mañana están invitados al Global Education Forum, que conozcan iniciativas como las comunidades de aprendizaje. Ayudemos a quien quiere hacer su trabajo y no puede, y denunciemos y acabemos con la situación de quien no quiere hacer su trabajo y con ello hace taaanto daño.

Yo por mi parte, enseguida he dejado de estar triste: al leer mi twitter enseguida me he encontrado con muchos compañeros que luchan cada día por hacer del aula un lugar en el que querer estar. Gracias a todos. Sois la compañía que quiero tener. Todos estaban como locos retransmitiendo las ideas que Marc Prenski nos estaba comunicando en directo. Es bueno tener tan cerca el lado amable de la educación, es fácil entender que nada es blaco o es negro, pero sobretodo, es muy muy fácil saber cómo queremos que sea la educación.

En Global Education Forum han hablado ya (y acaba de empezar) de lo poco que la sociedad le exige a la educación: no podría estar más de acuerdo.

5 comentarios en “Empieza el Global Education Forum #GEF10

  1. Hola Aida:

    Estoy bastante de acuerdo con lo que expones en este artículo.

    Sin embargo, he leído tus tuits de hoy sobre el acto y parecen contradecir lo que acabo de leer en tu blog.

    Creo que el GEF puede servir como una primera llamada de atención a la sociedad sobre la seriedad y trascendencia que tiene el problema educativo mundial y español. La sociedad está adormilada y no parece preocuparle este asunto.

    Tu trabajo y el de otros miles de profesores es magnífico y fundamental para empezar la revolución, pero creo que es, por lo menos todavía, insuficiente.

    Hoy he sacado en claro esto último que acabo de decir, la revolución de la educación, como todas las revoluciones anteriores de la Historia se producirá desde fuera, no desde dentro.

    Por eso, me ha parecido que la SEK ha hecho un esfuerzo y ha obtenido un logro importante y es poner en los medios de comunicación, tradicionales y modernos, un foro de debate sobre educación en España. Si además de esto obtiene un beneficio, me parecerá bien, porque para eso, ellos han tenido la idea, han traído a los conferenciantes, han buscado los patrocinadores y han puesto la pasta.

    Soy profesor de IES y creo que la enseñanza pública es necesaria, pero una enseñanza pública de calidad, no cualquier enseñanza. Una prueba evidente de que el sistema no termina de funcionar es el proceso de selección del profesorado. ¿Cuántos profesores conocemos como el que describes en este artículo? Son funcionarios de carrera de por vida. Y otras personas, por ejemplo tú, con inquietudes, con ideas claras, con profesionalidad, no puede acceder a un puesto de trabajo más que merecido, debido a motivos legales, burocráticos que alguien institucionalizó un día, y ahora nadie ni se plantea cambiar.

    Vaya rollo que he metido, pero espero que suscite el debate, que para eso, entre otras cosas, son los blogs, no?

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    • Hola Iulium,

      Tienes toda la razón: este artículo no tiene el espíritu de mis twitts. Supongo que porque el evento me despertó sensaciones contradictorias.

      Yo creo que iniciativas como la de SEK son positivas. Cualquier evento que sirva para divulgar ideas poderosas, bien presentadas y bien argumentadas es positivo, porque al menos despertará la reflexión. En el GEF10 se defendieron muchas ideas que están en la red, que hemos podido leer o ver de mano de los conferenciantes y de otros autores en otros lugares. Lo bueno del GEF10 es que reunió gente reconocida socialmente conocida por divulgar estas ideas, y por su gran capacidad didáctica y oratoria. Sin embargo no todas las conferencias en SEK tuvieron el mismo espíritu.

      En un evento «de tanta importancia» para mucha gente del mundo de la educación, las ideas y las opiniones que se den a conocer pueden tener consecuencias, y las tendencias que se impulsen y las opiniones que se digan, pueden tener efectos meme. Sin embargo, creo y quiero creer que la sociedad tiene suficiente espíritu crítico como para que las opiniones que se digan en una conferencia no sean tomadas por «verdades».

      Tampoco creo que se le pueda hacer daño a la escuela pública por un comentario en el GEF10, porque no es el único evento de importancia en el mundo de la educación. Mucha gente que trabaja para la educación (pública y privada) innova y promueve la innovación, se hacen distintas jornadas y conferencias, de mayor o menor impacto, de forma que no podemos juzgar el panorama actual por lo que oigamos en un único evento, por mucho caché que tengan sus invitados.

      Si queremos saber qué se está haciendo en educación, tendremos que asistir a distintas jornadas sobre innovación educativa, y escucharemos lo que cuentan los docentes en sus blogs y en las jornadas a las que asisten como invitados.

      La mayor parte de los invitados del GEF son «sabios» para mi, gente a la que admiro profundamente, del mismo modo que admiro a mi abuelo. Son como «los jefes de la tribu», de esta super tribu que es nuestra sociedad, y no escucharles sería poco inteligente. Sin embargo, quienes llevan a cabo la revolución en las aulas no son ni serán ellos, son los educadores, somos nosotros. Es por esto que insistí tanto en la carencia de esta conferencia al no haber mostrado las innovaciones que ya se están dando en las aulas, porque hablar sólo de lo malo que tenemos en educación, insistiendo en este sentido en la educación pública, e ignorar las buenas prácticas que ya se están dando, precisamente en educación pública, es una forma de no valorar la energía que se ha invertido en ellas. Precisamente el encuentro parece querer impulsar el cambio. Y para impulsar la innovación no hay nada mejor que darla conocer.

      Gracias por tus comentarios y tus twitts. Es un placer seguirte. ¡¡Y enhorabuena por tu web!!

      Un abrazo 🙂

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  2. Me sumo al debate que bulle en todas partes menos en los periódicos y en las salas de profesores, donde muchas veces nos refugiamos para el café y el intercambio amable con el compañero docente.

    La educación tradicional ha saltado por los aires. Eso es claro para mí. Aquello de tener buenos principios en casa y llevar al muchacho a un buen colegio y ya está, al menos en Venezuela donde trabajo, es una ruleta rusa educativa. Hay muchas otras instancias que influirán y determinarán el valor que el adolescente dará a las cosas y a las personas.

    Por ello necesitamos profesionales que asuman riesgos, que innoven, no solo en la presentación y en el uso de las Tecnologías nuevas, sino sobre todo en el talante y en la relación educativa.

    Yo creo que la renovación es más factible que la revolución. Y debe venir de dentro de la educación. De personas que ya están comprometidos hasta el cuello y apuestan por compartir cosmovisiones y confrontar principios vitales con sus alumnos.

    Y este blog, para los que lo seguimos, es buena expresión de esta inquietud.

    ¡Sigamos pensando, sigamos buscando!

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